Para dar una señal de tranquilidad, empresarios colombianos visitan las instituciones europeas. Aunque los índices son preocupantes, desde la Cámara de Comercio se asegura la confianza en el Estado colombiano.
«Hemos venido a dar una señal de confianza y tranquilidad. Colombia es un país con solidez institucional. Hay una respuesta oficial a las dificultades y un sector empresarial vigoroso y juicioso, empeñado en hacer bien las cosas y, rápidamente, recuperar el tiempo perdido y avanzar en la equidad perdida durante la pandemia”, dijo a DW Nicolás Uribe Rueda, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bogotá.
¿Coyuntura o estructura?
Pero estas buenas nuevas de un grupo de empresarios colombianos que visitan las instituciones europeas esta semana se anuncian con un telón de fondo de alarmantes cifras que llegan desde Colombia, sobre todo desde que comenzaran las protestas, a finales de abril. Colombia es un socio estratégico de la Unión Europea.
Malos datos
Según Temblores, organización colombiana, a 15 de junio se contabilizaban 93 desaparecidos, 43 homicidios perpetrados por la fuerza pública, otros 21 en proceso de verificación, y 215 víctimas de violencia sexual.
«En Europa hay una enorme capacidad para distinguir los problemas de coyuntura por los que atraviesan a veces los países y los temas de estructura”, afirma Uribe Rueda, recalcando que en su país los problemas son de coyuntura. Si bien reconoce que hubo abusos de la fuerza pública, asegura que se está investigando, y que también serán investigados aquellos que han destruido bienes.
¿Instrumentos de presión?
Por ello, en el Parlamento Europeo hay voces críticas que querrían ver condicionados, por ejemplo, los fondos de cooperación a Colombia a los resultados en las investigaciones. Otros querrían ver suspendido el acuerdo de libre comercio que une al país sudamericano con el bloque europeo desde 2012. «Activar la cláusula democrática”, piden algunos.
Cabe recordar que la cláusula democrática supedita las relaciones comerciales, de inversión de cooperación, al respeto a los derechos humanos, civiles y laborales. Antes de la firma de ese acuerdo, la quebradiza situación de los derechos humanos, alimentó la oposición. Una «Hoja de Ruta” para mejorar la situación de los derechos civiles y laborales tuvo que acompañar el acuerdo.
Desafíos adicionales
En cualquier caso, si bien la Comisión Europea se declara preocupada por la inaceptable violencia en Colombia y envió a su representante especial para derechos humanos, sigue confiando en la institucionalidad colombiana, teniendo en cuenta los desafíos que enfrenta el país desde hace décadas. «Tenemos lamentablemente 200.000 hectáreas de coca, cinco veces más productivas desde hace cinco años. Eso tiene un efecto devastador y de bloqueo en las instituciones”, resalta Uribe Rueda.
Artículo extraído de Dw.co.