Chile, país de América del Sur, cuenta con más de 18 millones de habitantes, cuya economía se fundamenta en la agricultura, la minería y el turismo, ha logrado conquistar a un gigante de Asia Oriental, China.
Estas relaciones empezaron hace muchos años incluso antes de la firma en 2006 del Tratado de Libre de comercio entre estas dos naciones; las intenciones de Chile de acordar negociaciones fructíferas en materia de comercio debían ser interesantes y llamativas para que un país como China fijara su atención a estos mercados y viera un potencial de crecimiento para su gran economía.
Al principio no fue sencillo. El intercambio comercial entre las naciones no superaba los 200 millones de dólares, pero desde hace un año, según el Reporte Anual de Comercio Exterior de Chile, las frutas, los mariscos y el vino innatos de esta región son los más apetecibles por los habitantes y comerciantes del país asiático, lo que generó un crecimiento exponencial tanto en volumen como en dinero de las exportaciones, es así que China se queda con el 26% del movimiento exterior Chileno.
Beneficios para los empresarios
Como empresario tienes que aprovechar las tarifas arancelarias que se pactan en estos acuerdos y la oportunidad de surtir con material de calidad tus productos. Asimismo, la ventaja de acceder a nuevas tecnologías gracias a este tratado para especializar o personalizar tus servicios.
También debes mentalizarte en exportar lo que mejor sabes hacer. Teniendo a China como destino grandes puertas se te abrirán ya que estamos hablando de un mercado con más de 1.300 millones de habitantes.
Chile se mantiene abierto a nuevas relaciones como el mercado europeo y diversifica la materia prima que ofrece al comercio internacional. Además Chile es la 42° mayor economía de exportación en el mundo y en un futuro se seguirá diciendo que Chile y China son socios.